Hace unos días el grupo de amigos de mi hermana me planteó hacerle un regalo especial por su cumpleaños. Por supuesto se referían a unas fotos. En un principio pensé en hacer una especie de mural con las fotos de todos pero cuando me puse a ello y, después de ver el material que había obtenido de la sesión fotográfica, decidí hacer retratos individuales.
El retrato siempre es difícil, pero en este caso tenía ventaja: conocía a los personajes. Intenté con cada uno de ellos reflejar cual es la imagen que tenemos los demás cuando los vemos, intenté, al fin y al cabo, llegar a su interior. Creo que lo conseguí más en unos casos que en otros, pero lo importante es que les gustó, que de eso se trataba. En fin, juzgar vosotros mismos.
Para los que os gusta la técnica, las fotos se hicieron en estudio con una ventana octogonal a un lado u otro dependiendo del personaje, complementado con un gran reflector. El procesado se realizó con Photoshop.
Aquí podéis ver una, el resto se pueden ver en mi cuenta de Flickr.
